¿Qué aprendí de la película?
Aprendí que para ser una buena docente,
una que guié a sus estudiantes a aprender y a convertirse
en hombres y mujeres exitosos en la vida; debo primero que todo, crecer yo como
persona. Ser una persona de amor y de comprensión, porque ¿Cómo enseñarles a
mis estudiantes que crezcan como persona, si yo no lo hago primero?, los
docente somos aquellos modelos que los niños necesitan y por eso debemos buscar
ser mejores modelos para ellos cada día.
Por otra parte aprendí, que todo niño es
diferente, es especial, es único, y como seres únicos, tienen fortalezas y
debilidades que pueden ser diferentes a la de los demás; esto es una
realidad, y debido a ello quiero ser una docente dinámica; que utilice todas
las estrategias que les faciliten a los estudiantes a prender y querer
aprender, para que puedan dar todo de ellos y puedan lograr lo que deseen.
Por ultimo aprendí que el amor y la
verdadera preocupación por nuestros estudiantes debe ser la base de nuestra
enseñanza, ya que sin ello, definitivamente no podríamos enseñar o al menos no
correctamente. Debemos ser luz y alegría para nuestros niños en esta sociedad
de caos. Puesto que si lo logramos, serán mejores no solo nuestros niños y
niñas, sino también sus familias y a la sociedad. No hay límites en lo que
podemos lograr si enseñamos con el alma y el corazón.
Me sentí muy conmovida, por el drama de la
película, un drama que sucede día a día en las escuelas, ya sean nacionales o
internacionales; del cual debemos reflexionar como futuros docentes, pues es
muy triste que los niños y niñas no sean comprendidos y en lugar de ellos sean
juzgados solo por nuestro punto de vista, sin buscar el ¿Por qué?,
de esos comportamientos que indudablemente tiene un origen y un motivo.
Pero a medida que iba avanzando la
película, me sentí alegre por saber, que existen maestros que aman y buscan
comprender a los estudiantes y que ese esfuerzo tiene recompensa, puesto que
ayudara a los estudiantes a superar las dificultades con que se encuentren en
el camino.
Y finalmente me sentí con esperanza e
inspirada a mejorar, como docente; por mí y por mis futuros estudiantes, porque
se lo merecen, ya que creo que la educación mejorara si luchas por ello.
¿Para qué me sirve?
Me sirve para recordar la realidad de los
salones de clase, donde se encuentran docentes tradicionales y
conductuales, pero de los mismos modos también docentes innovadores y dinámicos,
donde existen niños únicos, que necesitan de un maestro o maestra que quiera
enseñarles con amor. Me sirve para saber, que como futura docente necesitare
todas las herramientas necesarias para poder enseñar y saber cómo actuar para
ser una excelente maestra.
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